Muchos nos hemos acercado a la astrología primero con escepticismo, luego curiosidad, más adelante sorpresa, y sin duda hemos descubierto un saber que no sabemos a ciencia cierta como y porqué funciona, pero que funciona.
Y sin más, muchos se lanzan a interpretar cartas astrales repitiendo lo que escucharon, poniendo de su propia cosecha. Y la sintonía que tengan con el conocimiento y con el interpretado dará el éxito o no de la sesión y del astrólogo. Sin duda esto está a medio camino del arte, la improvisación y la intuición.
Pero mi perspectiva sobre la astrología, dista de hermetismos, y esoterismos incomprensibles a la mente humana desprejuiciada y curiosa.
¿Entonces la pregunta es porqué funciona la astrología?, ¿y cómo hacer que este saber sea una herramienta para el progreso humano?
Para acercarnos a estas preguntas debemos remontarnos al pasado, y debemos hipotetizar…
La astrología viene de muy antiguo, desde Mesopotamia, pasando por Egipto, Grecia, Roma, luego sobrevivió al totalitarismo catolicista, y nos ha sido heredada, y traspasada por maestros , en mi caso, que aspiran a la sabiduría, y que tienen amplios conocimientos, ya sea en medicina, física, filosofía, y que intentan ser lo más fieles posibles a lo que les ha sido enseñado a ellos, e intentan hacer que también este saber evolucione.
La astrología que he recibido tiene mucho de psicológica, es decir que las energías astrológicas se pueden interpretar como energías individuales que proponen, pero no determinan. Por tanto si haces una labor de integración puedes resolver los dilemas energéticos que la carta te plantea.
No es mi intención hacer una exposición global ni exhaustiva, sino medianamente crítica en base a mi propio aprendizaje.
Un punto relevante de la astrología es que estuvo en manos de sabios y estudiosos por miles de años, pero estos sabios y estudiosos estaban en manos del poder político, y la astrología era una herramienta de este poder. Sin embargo, en la actualidad, la astrología ha sido depurada por hombres y mujeres que han intentado democratizarla y ponerla al servicio de las mayorías, como si en ese gesto pudieran acercarnos a nuestro propio proceso de emancipación. Lo que en mi caso agradezco enormemente. Los programas gratuitos, los estupendos difusores de astrología por internet, y la generosidad de estos para ayudarnos a entender la actualidad. Pues pareciera que nos hemos quedado sin nuestros mapas interpretativos, y necesitamos uno nuevo y la astrología tiene esa tendencia interpretativa global que ya tenía desde sus orígenes.
Si tomamos la astrología como un saber descriptivo, que ha elaborado categorías, y que estas se han complejizado con el uso de geometría y matemática, podríamos estar ante uno de los saberes más potentes de la historia humana, a la par que la filosofía, o la física.
A mi juicio la astrología es el estudio de los ciclos naturales, y su correlación con los astronómicos, que dan origen a las estaciones, a los momentos de reproducción de las especies animales, y vegetales, y por añadidura que influyen sobre los seres humanos mismos, que como mamíferos tenemos una misma raíz con todos los organismos de la tierra.
